lunes, 10 de octubre de 2022

Reflexión sobre las ferias del libro en la zona centro de México

 

Hoy me encontré con una nota del Universal que decía; 

"Baja afluencia para libros de América Latina en FIL Zócalo", la nota dice;

"A pesar de que el eslogan de la XXII Feria Internacional del Libro del Zócalo es “Latinoamérica a la vanguardia”, hay poca afluencia a las actividades latinoamericanas. En el primer domingo de feria, después de que Paco Ignacio Taibo II presentara su libro La libertad. Trece historias para la historia en el foro Ricardo Flores Magón, inició una mesa con escritores sudamericanos como Ana María Shua y Kike Ferrari, pero el público asistente a la charla del director general del Fondo de Cultura Económica, se retiró cuando empezó dicho conversatorio.

Algo a escala semejante sucedió en otros eventos; por ejemplo, a Bolivia y Cuba, lo que los marcó fue el contraste de la baja afluencia. Mientras que las visitas eran constantes en los stands de Colofón, Grupo Editorial Tomo y el propio FCE Educal —en la carpa de Planeta, incluso, la gente se formó para ingresar—, los encargados de cuidar ciertas áreas de exhibición de editoriales independientes, así como de estudios de América Latina no tuvieron el mismo nivel de convocatoria." (Quezada, 2022)


Reflexione un poco respecto a las ferias del libro, a las y me he percatado que… Dios, cómo digo esto sin herir susceptibilidades, lo haré lo mejor que pueda.

(Respira hondo)

He notado que en estas ferias se presenta grandes exponentes de la literatura de América Latina, y como en todo, existen escritores bastante buenos y uno que otro en formación. El punto de esto, son los temas y las mesas que se presentan, la mayoría inundada de temas políticos, reclamos sociales y reflexión sobre temas que atañen a nuestra sociedad.  Y no me malinterpreten, los libros tienen la misión de transmitir conocimiento, historia, preservar la conciencia colectiva, denunciar un hecho, contar una historia y muchas otras cosas más. 


Sin embargo, el grupo de personas lectoras, específicamente en México, es muy reducido y ese es uno de los grandes problemas de nuestro país (entro muchos otros). El punto es que, lectores como yo, encontramos en los libros un escape, como la televisión o el celular para otros. Para los lectores los libros son nuestro lugar seguro. Yo quiero leer una historia ficticia, de misterio, de humor, de amistad, de amor, de aventura y eso me reconforta. Suficiente tengo con la vida como para leer sobre un hecho real, ya sea las muertas de Ciudad Juárez, los excesos del futbol, los estudiantes del 68 (aquí es donde me acusan de ignorante y evasora de la realidad) y si ya están pensando dedicarme más de su tiempo para escribir su cometario de odio, déjenme decirles, que tampoco está escribiendo esto una persona que se niega a la realidad o ignorante. Conozco sobre estos temas sociales, no a profundidad, porque llega un momento en el que duelen y muchos de estos problemas no está en mis manos repararlo y tampoco pondría en riesgo mi integridad o familia para inmiscuirme en ello (aquí es donde me acusan de no ser empática), más bien considero que soy más ecpática. Así que, sospecho que la razón por la que se hacen grandes filas en determinadas editoriales, es porque lo que les llama a muchas personas, son las novelas de diferentes géneros literarios y no precisamente los temas sociales.


Por otra parte, en estas ferias no solo se presentan libros, mesas redondas, ventas de chucherías y otras cosas llamativas para terminar dejando de lado los libros. Tras bambalinas y oculto, ante todo, se cosechan las estrategias comerciales de algunas editoriales, sobre todo las grandes. En cuanto a las editoriales independientes, básicamente sus estrategias y/o publicaciones no llaman la atención y es por ello que quedan en desventaja.


Otra cosa a resaltar, es que en todas las ferias se presentan algunas caras de siempre, que han monopolizado este tipo de eventos y no los culpo (suena a teoría conspirativa, pero basta con observar), sus fines tendrán, (hacerse de un trabajo mejor remunerado, sin resultados plausibles, más que haciendo lo que ya se venía haciendo). Por el contrario, la influencia de personas que reseñan libros en redes sociales, quieran o no admitirlo es mucha, y la gente que atraen buscan otro tipo de lecturas, novelas principalmente y no temas sociopolíticos, y podría decir que han hecho más que los burócratas que están a cargo de las dependencias encargadas de fomentar la cultura en el país (aquí me acusan de sínica y me condeno a jamás ser partícipe nuevamente de estos eventos).


Así que, como todo en esta vida cambia, las ferias del libro tienen varias oportunidades de renovarse.  Quizá diga una tontería, pero se me ocurre que por cada día existan ponencias de diferentes géneros, por ejemplo el primer día, podrían acudir las editoriales y autores de libros ilustrados, novelas gráficas y comics. Otro día, podría dedicarse a la novela de misterio, policiaca y novela negra y así sucesivamente. Es lo que se me ocurre.


Como dije, esto es una reflexión mía y no pretendo que estén de acuerdo conmigo.

1 comentario:

  1. Hola!
    Yo nunca he ido a una. En mi ciudad se hace una, pero literal es en un edificio chiquito y de un piso, jajajaaj. Por lo que nada que ver con las de México, Guadalajara, etc. Pero es verdad, la mayoría de autores invitados son de libros que no atraen a muchos jóvenes y hablan de temas políticos y sociales que aunque nosotros claramente somos conscientes, no es lo que buscamos.
    Pero bueno.
    Un beso!

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